Reflexionamos sobre los retos y aprendizajes de estos días con la enfermera voluntaria Lara González

En el caso de los pacientes se encuentran con dos barreras: la del idioma y la cultural. El equipo necesita traductor para entender lo que le ocurre al paciente. Además, hay una barrera cultural muy importante de desconocimiento en medicina. "El paciente suele acudir al médico como última opción tras haber ido al curandero o haber probado otro tipo de remedios, lo que se traduce en que la patología esté muy avanzada. Esto aumenta las dificultades para tratarlos", explica Lara.

Otras de las dificultades son la escasez de material y las condiciones de las instalaciones. "El material es muy antiguo, en ocasiones los instrumentales no están afilados, no cortan, se quedan atascados y no es fácil conseguir otros nuevos", detalla.

"No obstante, aunque lleva más tiempo y esfuerzo, las cirugías se realizan. Tienen pocos medios pero lo hacen fenomenal, se adaptan mucho para poder resolver la situación", destaca. Precisamente eso es algo que han apuntado los diferentes voluntarios y que se llevan como aprendizaje: ingeniárselas para abordar diferentes problemáticas sin apenas recursos.

A pesar de las complicaciones, el equipo de Fundación Clavel vuelve a casa feliz por todos los aprendizajes que se llevan, tanto profesionales como personales.

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