Esta misión de la Fundación Clavel ha llegado a su fin y queremos transmitiros una de las capacidades que hemos reforzado durante la misma: nuestra resiliencia.

A pesar de dar lo mejor de nosotros mismos, no todo son historias de éxito. Durante las cirugías pueden surgir complicaciones, ya sea porque se trata de pacientes con patologías previas o porque, cuando acuden al hospital, su lesión se encuentra ya en un estado muy avanzado.

Uno de esos casos fue el de Workitu, una mujer de 53 años con un tumor cerebral que no le permitía seguir con su vida cotidiana porque, debido a la presión, le producía un fuerte dolor de cabeza y ataxia, lo que le impedía caminar.

El diagnóstico confirmó un tumor cerebral en el cuarto ventrículo, por lo que necesitaba ser intervenida lo antes posible para evitar que empeorase su situación. La cirugía se realizó con éxito, pero al despertar de la anestesia, Workitu no era capaz de respirar por sí misma y fue necesario intubarla.

En situaciones como esta, el ánimo del equipo decae y es importante ser resiliente para continuar con las operaciones programadas y seguir ayudando a otros pacientes. Dejamos a Workitu al cuidado del equipo médico local, que continuó con su reanimación, pero nos fuimos con cierto sabor amargo.

A pesar de ello, la vida continúa en el hospital de Adama y estamos muy felices con todo lo que hemos conseguido durante estos 9 días. Continuamos trabajando y pronto podréis conocer más sobre la misión.

Compartir