El equipo de voluntarios de la Fundación Clavel continua trabajando en el Hospital de Adama. Durante estos días han llevado a cabo varias cirugías. Una de ellas ha sido la de una reaparición de tumor de meninges que fue operado hace 8 años y era muy grande. Fue una cirugía compleja de 6 horas con bastante sangrado, pero gracias a la previsión de todo el equipo, ha ido bien. 

La anestesióloga Dra. Patricia Galán formó a la anestesióloga local, la Dra. Dawi, para hacer la vía subclavia, ya que el paciente iba a estar colocado en prono (boca abajo) y no se debía comprometer el retorno venoso colocando en la yugular o femoral. Tras la cirugía, como el paciente no podía estar bien atendido en UCI, se decidió dejarlo dormido hasta el día siguiente. 

También han operado a una paciente de 40 años con una hernia discal L4 L5 y L5 S1. El Dr. Iván Zabaleta realizó una exploración donde se vio que la afectación estaba más en L5 S1, por lo que se planteó laminectomía en este segmento de la columna. La paciente se despertó bien y sin dolor en la pierna, aunque todavía le cuesta caminar. 

Además, han llevado a cabo dos cirugías de mielomeningocele en bebés, uno de ellos un niño de 45 días y la otra una niña. Ambos fueron bien y están observando su evolución. 

Aparte de las cirugías, han valorado opciones de tratamiento para otros pacientes y han pasado consulta. Un caso que les dejó emocionalmente afectados fue el de una niña con alteración importante de la movilidad, a la que tienen que hacer más pruebas por si es un problema neurodegenerativo. Les frustró no poder comunicarse correctamente con sus padres porque no saben inglés. Esta es una barrera a la que se enfrentan en cada misión y que es dolorosa, ya que no pueden dar el soporte que les gustaría. 

No obstante, también hay buenas noticias, ya que durante esta misión el equipo ha percibido varios avances. Uno de ellos es que la sala de recuperación, en la que antes solo podía estar un paciente, ahora ha pasado a ser la farmacia intraquirófano, con bastantes fármacos y gran aporte de tubos, que les permitirá no reutilizarlos en intubación, que es un gran cambio. Por su parte, la nueva sala de recuperación es mucho más grande y podrá acoger hasta a 8 pacientes con 2 monitores, aunque por el momento solo tienen 2 o 3 porque falta personal de enfermería, pero al menos cuando sale un paciente de quirófano, el anterior no se tiene que ir automáticamente a planta y está mejor vigilado.

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