Elías Javier es el último doctor que ha pasado por los quirófanos de Instituto Clavel para formarse en cirugía de columna gracias a la beca de la Fundación Clavel. Hablamos con él para que nos cuente cómo ha sido su experiencia diaria y todo lo que ha aprendido de la mano de profesionales altamente especializados en esta modalidad quirúrgica.
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El doctor Elías Javier, original de República Dominicana, se trasladó a España hace más de siete años para desarrollar su carrera profesional como médico. Hace dos años terminó la residencia en cirugía ortopédica y traumatología y comenzó a ejercer su profesión en Tolosa (País Vasco).
Dentro del ámbito de la cirugía ortopédica, la cirugía de columna es la que le suscitaba mayor interés, por lo que su intención era seguir formándose en este ámbito. Y fue hace un año cuando encontró una oportunidad para hacerlo a través de la recomendación de un compañero que había realizado la beca ofrecida por la Fundación Clavel. La experiencia de su amigo fue muy buena, por lo que se lanzó a aplicar y finalmente fue seleccionado.
La beca consiste en una estancia de dos meses con una dotación individual de 1.200 euros brutos. Un periodo de tiempo en el que los médicos becados adquieren conocimientos en técnicas innovadoras en cirugía de columna como el ADR por abordaje anterior o el abordaje lateral XLIF, entre otras. Elías nos cuenta cómo ha vivido él su paso por Instituto Clavel.
¿Recuerdas cómo fue el primer día?
Fue un lunes a primera hora de la mañana. Al llegar me impresionó descubrir que el Instituto Clavel está dentro del Hospital Quirón porque es como ver un hospital dentro de otro hospital. Un servicio completamente aparte, con una organización diferente y personal propio, a pesar de contar con los recursos de Quirón.
¿Te explicaron al llegar cuáles iban a ser tus funciones?
Sí, pero ya me habían informado antes. Cuando me aceptaron para la beca, me enviaron una descripción de lo que iba a hacer allí y, sinceramente, ha excedido todas mis expectativas.
Cuéntanos cómo suele ser tu día a día como becado.
Generalmente, a primera hora de la mañana revisamos a los pacientes que están ingresados en planta para determinar su tratamiento del día. Luego pasamos la visita físicamente de esos pacientes, que en su mayoría han sido intervenidos los días anteriores. Después me corresponde ir al quirófano. Yo, personalmente, me suelo quedar a los dos turnos, al de mañana y al de tarde.
Además, un día a la semana o dos estoy en consultas para poder complementar lo que veo en el quirófano con la forma en la que los pacientes son valorados para llegar allí, ya que aparte de llevar a cabo el procedimiento, es fundamental saberlo indicar correctamente.
También estoy presente en la jornada que hacen procedimientos percutáneos, ya que el hábito de verlo a gran escala aporta mucho a mi formación.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con el resto de los miembros del equipo? ¿Te has sentido integrado?
Sí, completamente. Son sumamente amenos y me han acogido desde el primer momento. Es un equipo muy especializado en cuanto a la patología que manejan y se preocupan mucho por sus pacientes. Es algo que transmiten en el momento en el que tratas con ellos.
¿Y respecto a la tecnología que utilizan en Instituto Clavel, hay algo que te haya llamado la atención?
Sí, me ha llamado la atención positivamente el hecho de que ofrecen los instrumentos tecnológicos más punteros para el tratamiento. Tienen recursos de alta tecnología para lidiar de forma segura y eficiente con las patologías de los pacientes.
¿Qué has aprendido durante tu estancia?
Cuando llegué la idea que tenía era que iba a aprender sobre cirugía de columna en general, pero ahora me doy cuenta de que he aprendido de forma muy específica sobre la cirugía de columna mínimamente invasiva.
Aunque el Instituto Clavel tiene una presencia muy alta en el abordaje anterior de la columna lumbar, tanto para la cirugía de fusión como para artroplastias, gracias a las diferentes especializaciones de los neurocirujanos del equipo, he podido aprender mucho más que eso.
También he podido tener de cerca el abordaje lateral a la columna lumbar y toraco lumbar, que se llama XLIF, gracias a la experiencia del Dr. Caiazzo y conocer el tratamiento de la articulación sacroiliaca, en el que está muy especializado el Dr. Català.
Además, ellos prácticamente respiran microdiscectomía y hacen que se vea fácil, aunque es una técnica que requiere bastante trabajo.
¿Qué diferencias has notado respecto a otras experiencias anteriores?
Trabajan la patología degenerativa sobre todo desde un punto de vista mínimamente invasivo y eso es algo que no se hace la gran mayoría de las clínicas en España.
¿La pandemia ha afectado de alguna forma al desarrollo de tu beca en Instituto Clavel?
No, han tomado muchas medidas adicionales para mantener un ambiente seguro tanto para los profesionales como para los pacientes que van al centro.
¿Le recomendarías a otros médicos la beca de Fundación Clavel? ¿Por qué?
Sí, lo haría con los ojos cerrados. Yo creo que para un profesional médico que tenga la intención de enfocarse en cirugía regenerativa mínimamente invasiva, este es el centro ideal porque tiene un volumen de trabajo bastante importante y un equipo con profesionales especializados en técnicas diversas.
Además, lo mejor de Instituto Clavel es que todas las decisiones las toman bajo consenso. Dos veces por semana se reúnen todos los profesionales para ver cada caso y decidir cuál es la mejor opción de tratamiento. Esto es favorable tanto para el equipo como para los pacientes, que tienen la garantía de que reciben el tratamiento más efectivo para su lesión.
¿Qué es lo que harás tras finalizar la beca? ¿Te ha permitido avanzar profesionalmente?
Sí, yo ahora me siento con completa seguridad para poder llevar a cabo procedimientos en cirugía de columna de la enfermedad degenerativa de carácter mínimamente invasivo. Una vez termine aquí, mi próximo paso es continuar con la formación, ya que me han ofrecido otra beca en el Hospital la Fe de Valencia para complementar lo aprendido aquí, con la cirugía de columna infantil oncológica y de deformidad.
Después el objetivo final, en febrero, será regresar a Tolosa para poner en práctica allí todo lo aprendido durante este año de formación que me han facilitado.